11 diciembre, 2017

Invierno


El invierno del toreo debería ser tiempo de análisis y reflexión. Al aficionado, y también a los profesionales, le encantaría que surgieran verdaderas propuestas del sector para revitalizar la Fiesta. No ocurre así. Miramos los números del año, cada vez más raquíticos, hacemos especulaciones sobre las plazas que no tienen empresas, conocemos los nuevos apoderamientos y, mientras tanto, todo sigue igual. No hay un sector más inmovilista que el taurino. La labor de la Fundación del Toro de Lidia es encomiable, pero sus esfuerzos no van a mejorar la casta de los toros ni la calidad de los toreros. En definitiva, no van a transformar la corrida de toros.

En esta calma chicha del invierno, las noticias más llamativas llegan de los nuevos apoderamientos. Es lo de siempre. Se cambia de torero o de apoderado para buscar nuevos horizontes. Sería bueno hacer un estudio sobre el número de apoderados que ha tenido cada torero y si tanto cambio ha sido rentable. Las figuras del toreo se han caracterizado siempre por tener al mismo apoderado durante la mayor parte de su trayectoria. Los cambios, la nueva ilusión de las declaraciones, la esperanza de entrar en las ferias, es la eterna letanía que deben contarnos las nuevas parejas para poder autoalimentarse ante algo ciertamente complicado. Pero es la comida invernal para los que nos dedicamos al toreo. La verdad es que nos gustaría escuchar otras canciones.

Por ejemplo, nos encantaría escuchar cosas como las siguientes. Nos gustaría saber que las llamadas figuras del toreo han pedido en Sevilla la corrida de Victorino y la de Miura. Que la empresa Pagés tiene un serio problema ante la avalancha de peticiones por parte de los matadores para estar en los carteles de estas ganaderías. También nos gustaría saber que en Madrid esos mismos toreros se pelean por la de Rehuelga o la de Saltillo y que la empresa no sabe dónde va a colocar a quienes matan esos hierros por sistema. Nos gustaría saber que todas las ferias van a organizar una novillada con picadores; o mejor, que los ejemplos de Arnedo, Algemesí o Calasparra serán seguidos en las plazas de capitales de provincia para celebrar ciclos de novilladas con nuevos valores. Y como pedir es gratis, nos gustaría que las empresas nos anunciaran una rebaja sustancial del precio de las entradas. En fin, que somos unos ilusos. El invierno pasa, llegará la primavera y todo seguirá igual. 

La mejor información taurina en http://sevillatoro.es/

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